Los hermanos Cori: grandes maestros desde niños.
Pero es mucho más que un alegre acontecimiento para aplaudir un nuevo logro de los brillantes hermanos Cori.
Para quienes hayan o no seguido su accionar desde los difíciles comienzos en los arenales de Villa El Salvador hasta alcanzar rotundas conquistas internacionales, también debiera servir para rescatar anhelos de grandes victorias individuales y colectivas, porque nos ayuda a reflexionar, entender y aceptar, gracias a la admirable capacidad demostrada por ambos hermanos desde muy pequeños, que genéticamente ni culturalmente estamos trastocados como apuntalan las tristes acciones de muchos compatriotas (puliéndose en destacar en lodo personal o intrascendencia histórica aquellos vinculados a la política) y podemos jugar en las grandes ligas, a la par con las naciones más desarrolladas, y que, si realmente lo deseamos y ponemos empeño en ello, tenemos en nuestra idiosincrasia las virtudes necesarias para convertirnos en los mejores del mundo: inteligencia, coraje, pundonor, amor.